“MALDADES” DE LOS SEGUROS DE VIDA
Entiéndanse “maldades” como antónimo de “bondades”
Fácilmente la aseguradora puede, por haber variado alguna de
las condiciones iniciales de contratación (aumento del riesgo –estado de salud,
obesidad, cambio de profesión …):
- Encarecer en exceso la prima a pagar.
- Negarse a la renovación de su póliza.
- Negarse a pagar la cobertura pactada.
Aún si no ha habido cambios en
las condiciones iniciales, el simple
paso del tiempo –nos hacemos mayores- incrementa el riesgo, lo que
permite a la compañía encarecer la prima llegando a hacer insostenible
continuar con el pago y por tanto con la protección y justo cuando mayor es el
riesgo.
Si además es de la modalidad de
capital decreciente sólo contempla la cancelación de la deuda a la que está
asociada –préstamo, crédito, …), sin contemplar el resto de las necesidades del
asegurado (en caso de supervivencia) o de sus herederos (en caso de muerte);
tampoco contempla los gastos asociados a la cancelación de la deuda (por lo que
en ocasiones estos terminan convirtiéndose en otro préstamo o crédito).
Por si esto fuera poco
habitualmente existen EXCLUSIONES que dejan desprotegido al asegurado ante
riesgos habituales (accidentes cardiovasculares, de tráfico, conducción bajo
los efectos de alcohol o drogas, ictus y en ocasiones un largo etcétera).
Habitualmente el beneficiario
total o primario es una entidad financiera y es por ello quien está facultado
para exigir o no el pago de la cobertura. En algunas ocasiones la entidad
financiera es además tomadora de la póliza y por tanto facultada no sólo para
exigir la prima, sino para aumentar o disminuir coberturas, primas, …
LA
FUNCIÓN DE UN SEGURO DE VIDA DEBE SER LA DE CUBRIR LOS INGRESOS DE LAS PERSONAS
A CARGO DEL ASEGURADO ANTE UNA MUERTE PREMATURA, O LOS SUYOS MISMOS EN CASO DE
SUPERVIVENCIA.
¿SI SE CUBRE EL RIESGO DE LA
ENTIDAD FINANCIERA, NO SERÍA JUSTO QUE FUESE ELLA QUIEN PAGASE LA PRIMA YA QUE
EL RIESGO ES SUYO?
¡Existen otras modalidades de
seguro de vida, no muy extendidas en nuestro país, aunque sí en otros, que nos
ponen a salvo de todas las “maldades”!
¡Y HASTA
AQUÍ LES PUEDO LEER !
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